Articulos de Islam-Ammiyasin

Blog sobre Islam y actualidad-politica.

Sunday, March 12, 2006

Assalamu Alaikum. Aqui os mando un articulo que acabo de encontrar. La traduccion es muy mala, ya que es una traduccion automatica de Google, por eso os mando despues la version original en ingles. El articulo dice que la CIA predijo en un informe que para el anio 2020 existira un Califato o Estado puramente Islamico. Espero que os resulte interesante...

La visión de CIA's 20:20 para el Califato futuro se avista brevemente
Por Abid Mustafa
Al-Jazeerah-Jazeerah, De Enero El 24 De 2005

En diciembre de 2004, el consejo nacional de la inteligencia de la Cia predijo que en el año 2020 un Caliphate nuevo emergería en la etapa del mundo. Los resultados fueron publicados en un informe 123-page titulado "traz el futuro global". La puntería del informe es preparar la administración siguiente del arbusto para los desafíos que mienten a continuación proyectando las tendencias actuales que pueden plantear una amenaza al interés de los E.E.U.U.. El informe se presenta al presidente de los E.E.U.U., a los miembros del congreso, a los miembros del Consejo y a los funcionarios dominantes implicados en policymaking.
Qué está pulsando sobre el informe es sobre que es lleno de referencias Islam político y los varios desafíos que plantea a los intereses de los E.E.U.U. en el futuro próximo. Hay incluso un panorama ficticio que representa del la aparición el estado de Caliphate en 2020 y su impacto en la situación internacional.
Sin embargo, el informe se afirma en las asunciones que minan la validez del informe en varias piezas, especialmente la sección en el Caliphate. Debajo está una crítica de algunas de las discusiones postuladas en el panorama ficticio: -
El informe afirma que la fuerza del Caliphate nuevo será llevada fuera de los esfuerzos de un movimiento islámico global que toma energía. Mientras que puede ser verdad que un movimiento islámico global puede instigar a desobediencia civil o iniciar un coup para causar el Caliphate, su fuerza y longevidad es dependientes sobre algo enteramente diferente.
La convicción intelectual en un sistema común de valores entre los ciudadanos de un estado es la medida del movimiento del estado de la fuerza y no, que fundaron el estado. La unión soviética se derrumbó no porque era deficiente en tecnología, pero porque su comunismo abandonado gente y el partido comunista eran impotentes convencerlos de otra manera.
Una valoración exacta de las convicciones de las masas musulmanas para la reasunción de la manera de la vida islámica con el reestablecimiento del Caliphate es el solo factor más importante de determinar si el Caliphate tendrá éxito o fallará en el siglo XXI. Esto es más importante que tecnología y recursos. Ambos de las cuales puede ser ganado rápidamente mientras el Caliphate puede defenderse y basar su progreso exclusivamente en la ideología islámica.
Siempre que se tomen los movimientos islámicos pues emergerá la galga única para estimar el grado del renacimiento islámico en países musulmanes un cuadro sesgado siempre. La Cia no está sola en el empleo de este estándar falso. La práctica se separa y ha corrompido de par en par el análisis de respetado piensa tanques y las escrituras en algunos comentaristas notables tales como Francis Fukuyama y Samuel P. Huntington.
Este defecto no es el resultado de su maldad hacia Islam, sino es debido a su adherencia a la filosofía del individualismo, que ha estropeado su comprensión de la sociedad y la ha reducido a una colección de individuos.
Una comprensión apropiada de la sociedad revela que está compuesta de los individuos, que son enlazados juntos por pensamientos y emociones comunes, y vive bajo sistema específico. El grado de ayuda entre la gente hacia el sistema existente del gobierno o para un sistema alternativo de la decisión se puede comprobar solamente con la evaluación de estos pensamientos comunes y de la emoción.
El accesorio al individualismo ha conducido el oeste a subestimar grueso la penetración de pensamientos y de sentimientos islámicos en los países musulmanes, y también a calcular mal la ayuda ancha de la extensión para el reestablecimiento del Caliphate.
Otro punto de la contención en el informe es la demanda que la aparición del Caliphate no causará los regímenes en países musulmanes al derrumbamiento uno después del otro - el efecto del dominó.
Esta comprensión se deriva otra vez de una comprensión incorrecta de la sociedad. Un estudio precipitado del mundo musulmán demuestra entre que existe polarización fuerte en puntos de vista los regímenes y la gente que gobiernan. Antes de que el derrumbamiento del régimen del baath, Saddam un ateo entregara los discursos atados con términos islámicos. Él hizo esto, porque él reaslised que la gente era una motivada no más largo por baathism, secularism o Arabism y respondido solamente al Islam. Semejantemente, cuando Musharraf echó a un lado con la guerra de América contra Afganistán él tuvo que cotizar pasos muy largos a partir de la vida del mensajero (sierra) para justificar su postura.
El conflicto entre mantener la orden secular y la prevención de Islam político de energía asumida es una ocurrencia diaria en mucho del mundo musulmán. Los regímenes en el mundo musulmán se ven como los guardianes de intereses occidentales y antagónico hacia Islam. Los musulmanes detestaron simplemente estos regímenes y son impacientes extinguir su existencia. La única razón esta régimen sobrevive está debido a la ayuda dogged de gobiernos occidentales.
Hoy, el ummah islámico está parado en el cusp de un cambio monumental, apenas como los países del pacto de Varsovia estaban parado alguno hace 18 años. La cortina del hierro vino abajo porque la gente había cambiado su punto de vista de comunismo al capitalismo. Asimismo el ummah musulmán ha abandonado comunismo y capitalismo, y está esperando la aparición del Caliphate, que hará estos regímenes derrumbarse en la manera espectacular, sólo ser absorbido por el Caliphate.
Finalmente el informe demanda que los musulmanes encontrarían las tentaciones del materialism occidental demasiado de llevar, haciéndolas huir las orillas del Caliphate nuevo. Esta visión se funda obviamente en la noción occidental frecuente que el Caliphate es la antítesis a la modernización. Otro factor que realza esta opinión entre westerners es el éxodo actual de musulmanes del mundo islámico al oeste.
Nada podía ser más futuro de la verdad. Primero, el Caliphate que los musulmanes desean establecer es el Caliphate derecho dirigido, que estaba en el cenit de la civilización humana. Un hecho histórico reconocido extensamente por varios expertos eminentes en el Islam lo más notablemente posible Bernard Lewis.
En segundo lugar, la migración masiva de musulmanes al oeste es una consecuencia de las empresas occidentales de la política extranjera en mundo musulmán y no debido a el infatuation musulmán con valores occidentales. La mayoría de los nómadas, si no todos son nómadas económicos o buscadores políticos del asilo que escapan la tiranía de los regímenes apoyados a menudo por gobiernos occidentales.
Incluso esos musulmanes, que han colocado en el oeste, tienen todavía abrazar los valores seculares para el miedo de corromper su Islam. El esfuerzo reciente por Europa para forzar a su población musulmana para adoptar valores occidentales habla los volúmenes para la obsesión de Europa con los musulmanes secularising y los funcionamientos opuestamente a la imagen estereotipada proyectada por los medios occidentales que los musulmanes están abogando por para ser westernised.
El typecasting de musulmanes se basa en la comprensión errónea de la sensación contra-occidental que impregna el mundo musulmán. A menudo en círculos occidentales, los sentimientos contra-occidentales se comparan con el rechazamiento total de la civilización occidental y se atribuyen al campo fundamentalista.
Para hacer materias peores, el deseo entre musulmanes a propias mercancías occidentales se interpreta como anhelar para la manera de la vida occidental. Westerners clasifica a menudo a los que exhiban la admiración para las mercancías occidentales en el campo moderado.
A los musulmanes del pigeonhole en los dos campos basados en tales interpretaciones es incorrecto. Esto es porque el retórico contra-occidental encontrado entre musulmanes es una denuncia de la cultura occidental y no de mercancías occidentales. Asimismo, la expresión para la admiración para los productos occidentales es un reconocimiento de la calidad superior de las mercancías y no es una afirmación para la aceptación al por mayor de la cultura occidental.
Por la primera vez adentro muchos años, el mundo musulmán ha experimentado una transformación radical en la reconciliación de qué aspectos de la manera de la vida occidental se pueden aceptar o rechazar con Islam. Los musulmanes aceptan hoy mercancías occidentales tales como DVDs, platos de satélites, y TV solamente porque tales artículos no contradicen su punto de vista islámico. Por otra parte los conceptos occidentales tales como libertad, democracia e individualismo se desechan porque se juzgan para contradecir Islam.
Previamente, el mundo musulmán fue rasgado entre dos facciones es decir los modernists que desearon adoptar todo del oeste y de los tradicionalista que eran afilados rechazar todos los aspectos de la civilización occidental. Este progreso sofocado mentalidad y permitido el oeste para establecer su hegemonía sobre tierras musulmanas.
Hoy, no es los musulmanes que se están sosteniendo detrás del adelanto humano y están resolviendo las demandas del siglo XXI, pero está algo el oeste que elige suprimir estos progresos e insiste en la imposición de sus valores ante las masas musulmanas en connivance con los regímenes del mundo musulmán.
Esta actitud ha contribuido no sólo al malentendido del oeste del Islam, sino ha animado al oeste que defina una relación no equitativa con el mundo musulmán. Además, el mindset ha incitado el oeste evitar todo para hacer con Islam. La ocupación del oeste de Iraq y de Afganistán ha destacado ya el abuso de la gente musulmana, del pillaje de su tierra y del denigration del Islam.
Si esta actitud entonces no se invierte el oeste se encontrará en un precario colocar en dos frentes.
Primero, el Caliphate será un estado fuerte, progresivo que planea un nuevo destino para la gente musulmana después de liberarla de la hegemonía política, militar y económica del oeste. El oeste se debilitó por esta pérdida precipitada de control luchará para mantener su dominación en asuntos del mundo.
En segundo lugar, el Caliphate enjaezará rápidamente la sinergia entre el Islam y la ciencia, de tal modo sobrepasando el oeste en términos de invenciones, tecnologías y nuevos descubrimientos científicos. Dado las actitudes negativas del oeste hacia todas las cosas islámicas, se encontrará el cerrar de las puertas al conocimiento y el blindar de su gente del progreso y de desafíos del siglo XXI.


CIA's 20:20 vision for the future Caliphate is short sighted
By Abid Mustafa
Al-Jazeerah, January 24, 2005

In December 2004, The National Intelligence Council of the CIA predicted that in the year 2020 a new Caliphate would emerge on the world stage. The findings were published in a 123-page report titled “Mapping the Global Future”. The aim of the report is to prepare the next Bush administration for challenges that lie ahead by projecting current trends that may pose a threat to US interest. The report is presented to the US president, members of Congress, cabinet members and key officials involved in policymaking.
What is striking about the report is that it is full of references about political Islam and the various challenges it poses to US interests in the foreseeable future. There is even a fictional scenario depicting the emergence of Caliphate state in 2020 and its impact on the international situation.
However, the report is predicated on assumptions which undermine the validity of the report in various parts, especially the section on the Caliphate. Below is a critique of some of the arguments postulated in the fictional scenario: -
The report asserts that the strength of the new Caliphate will be borne out of the efforts of a global Islamic movement taking power. While it may be true that a global Islamic movement may instigate civil disobedience or initiate a coup to bring about the Caliphate, its strength and longevity is dependent upon something entirely different.
Intellectual conviction in a common set of values amongst the citizens of a state is the measure of the state’s strength and not the movement, which founded the state. The Soviet Union collapsed not because it was deficient in technology, but because its people abandoned communism and the communist party was powerless to convince them otherwise.
An accurate appraisal of the convictions of the Muslim masses for the resumption of the Islamic way of life through the re-establishment of the Caliphate is the single most important factor in determining whether the Caliphate will succeed or fail in the 21st century. This is more important than technology and resources. Both of which can be quickly gained as long as the Caliphate is able to defend itself and base its progress exclusively on the Islamic ideology.
Whenever Islamic movements are taken as the sole gauge for estimating the extent of Islamic revival in Muslim countries a skewed picture will always emerge. The CIA is not alone in employing this false standard. The practice is wide spread and has tainted the analysis of respected think tanks and the writings of some notable commentators such as Francis Fukuyama and Samuel P. Huntington.
This flaw is not the result of their malice towards Islam, but is due to their adherence to the philosophy of individualism, which has marred their understanding of society and reduced it to a collection of individuals.
A proper understanding of society reveals that it is composed of individuals, which are bonded together by common thoughts and emotions, and live under a specific system. The degree of support amongst people towards the existing system of governance or for an alternative system of ruling can only be ascertained through the evaluation of these common thoughts and emotion.
The attachment to individualism has led the west to grossly underestimate the penetration of Islamic thoughts and sentiments in the Muslim countries, and also to miscalculate the wide spread support for the re-establishment of the Caliphate.
Another point of contention in the report is the claim that the emergence of the Caliphate will not cause the regimes in Muslim countries to collapse one after the other – the domino effect.
Again this understanding is derived from an incorrect understanding of society. A cursory study of the Muslim world shows that there exists strong polarisation in viewpoints between the regimes and the people they govern. Before the collapse of the baath regime, Saddam an atheist was delivering speeches laced with Islamic terms. He did this, because he reaslised that the people were no longer motivated by baathism, secularism or Arabism and only responded to Islam. Similarly, when Musharraf sided with America’s war against Afghanistan he had to quote lengthy passages from life of the messenger (saw) to justify his stance.
The conflict between maintaining the secular order and preventing political Islam from assuming power is a daily occurrence in much of the Muslim world. The regimes in the Muslim world are viewed as the custodians of western interests and antagonistic towards Islam. Muslims simply loathed these regimes and are eager to extinguish their existence. The only reason these regime survive is because of the dogged support from western governments.
Today, the Islamic ummah stands on the cusp of a monumental change, just as the Warsaw pact countries stood some 18 years ago. The iron curtain came down because people had changed their viewpoint from communism to capitalism. Likewise the Muslim ummah has abandoned both communism and capitalism, and is waiting for the emergence of the Caliphate, which will cause these regimes to collapse in spectacular fashion, only to be absorbed by the Caliphate.
Finally the report claims that Muslims would find the temptations of western materialism too much to bear, causing them to flee the shores of the new Caliphate. This view is obviously founded on the prevalent western notion that the Caliphate is the antithesis to modernisation. Another factor that enhances this perception amongst westerners is the current exodus of Muslims from the Islamic world to the west.
Nothing could be further from the truth. First, the Caliphate that Muslims want to establish is the rightly guided Caliphate, which was at the zenith of human civilisation. A historical fact widely recognised by several eminent experts on Islam- most notably Bernard Lewis.
Second, the mass migration of Muslims to the west is a consequence of western foreign policy ventures in Muslim world and not because of Muslim infatuation with western values. Most migrants, if not all are either economic migrants or political asylum seekers escaping the tyranny of regimes often supported by western governments.
Even those Muslims, who have settled in the west, have yet to embrace secular values for fear of corrupting their Islam. The recent endeavour by Europe to coerce its Muslim population to adopt western values speaks volumes for Europe’s obsession with secularising Muslims and runs counter to the stereotyped image projected by the western media that Muslims are pleading to be westernised.
The typecasting of Muslims is based on the erroneous understanding of anti-western feeling that pervades the Muslim world. Often in western circles, anti-western sentiments are equated with the total rejection of western civilisation and attributed to the fundamentalist camp.
To make matters worse, the desire amongst Muslims to own western goods are interpreted as a craving for the western way of life. Westerners often classify those who display admiration for western goods into the moderate camp.
To pigeonhole Muslims into the two camps based on such interpretations is wrong. This is because the anti-western rhetoric found amongst Muslims is a denunciation of western culture and not of western goods. Likewise, the expression for the admiration for western products is an acknowledgement of the superior quality of the goods and is not an affirmation for the wholesale acceptance of western culture.
For the first time in many years, the Muslim world has undergone a radical transformation in reconciling which aspects of the western way of life can be accepted or rejected with Islam. Muslims today accept western goods such as DVDs, Satellites Dishes, and TVs only because such items do not contradict their Islamic viewpoint. On the other hand western concepts such as freedom, democracy and individualism are discarded because are deemed to contradict Islam.
Previously, the Muslim world was torn between two factions i.e. the modernists who wanted to adopt everything from the west and the traditionalists who were keen to rebuff all aspects of western civilisation. This mentality stifled progress and allowed the west to establish their hegemony over Muslim lands.
Today, it is not Muslims who are holding themselves back from human advancement and meeting the demands of the 21st century, but rather it is the west that chooses to suppress these developments and insists on imposing its values upon the Muslim masses in connivance with the regimes of the Muslim world.
This attitude has not only contributed to the west’s misunderstanding of Islam, but has encouraged the west to define an inequitable relationship with the Muslim world. Furthermore, the mindset has prompted the west to shun everything to do with Islam. West’s occupation of Iraq and Afghanistan has already highlighted the abuse of the Muslim people, the pillage of their land and denigration of Islam.
If this attitude is not reversed then the west will find itself in a precarious position on two fronts.
First, the Caliphate will be a strong, progressive state charting a new destiny for the Muslim people after liberating them from the political, military and economic hegemony of the west. The west weakened by this abrupt loss of control will struggle to maintain its dominance in world affairs.
Secondly, the Caliphate will swiftly harness the synergy between Islam and science, thereby surpassing the west in terms of inventions, technologies and new scientific discoveries. Given the west’s negative attitudes towards all things Islamic, it will find itself closing the doors to knowledge and shielding its people from progress and challenges of 21st century.

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