Articulos de Islam-Ammiyasin

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Saturday, January 06, 2007

continuacion "Falsas ideas sobre el Islam"

Idea falsa número seis: el Islam se propagó por la espada.

Muchos no-musulmanes, cuando piensan en el Islam, representan a fanáticos religiosos en camello que llevan una espada en una mano y el Corán en la otra. Este mito, que se popularizó en Europa durante las Cruzadas, no tiene fundamento alguno. Antes que nada, Dios dice en el Corán “no hay compulsión en la religión”. Añadimos que el Islam enseña que la fe de una persona tiene que ser pura y sincera, así que no es algo a lo que nadie pueda ser forzado. Al desacreditar el mito que el Islam fue “propagado por la espada”, el historiador De Lacy O’Leary (que no era musulmán) escribió: “La historia deja claro, sin embargo, que la leyenda de musulmanes fanáticos actuando dogmáticamente y forzando el Islam a punta de espada sobre las razas conquistadas es uno de los mitos fantásticame más absurdos que los historiadores nunca hayan aceptado” (Islam at the Crossroads, Londres, 1923, pág.8). Hay que saber también que los musulmanes gobernaron España cerca de 800 años. Durante ese tiempo, y hasta que fueron expulsados, vivían entre ellos no musulmanes que prosperaron. Además, minorías cristianas y judías han sobrevivido en las tierras musulmanas de Oriente Medio durante siglos. Países como Egipto, Marruecos, Palestina, Libano, Siria y Jordania tienen poblaciones cristianas y/o judías. Si se supone que el Islam enseñó que hay que matar o forzar a esa gente para que se hagan musulmanes, ¿cómo sobrevivieron todos esos no musulmanes durante tantos siglos en medio del territorio islámico? Además, si consideramos el pequeño número de musulmanes que inicialmente propagaron el Islam de España y Marruecos por el lado occidental a India y China por el oriental, nos daremos cuenta que eran demasiado pocos para forzar a la gente a pertenecer a una religión contra su voluntad. Además, el sistema de gobierno y la civilización que establecieron los musulmanes gozaban de un gran poder de legitimidad, sus ciudadanos estaban orgullosos de él.

La expansión del Islam contrasta con las acciones de los seguidores del cristianismo, que desde el tiempo del emperador Constantino hicieron uso libre de la espada, a menudo basando su conducta en versículos bíblicos. Esto fue especialmente verdad en la colonización de América Latina y África, donde los pueblos indígenas fueron sistemáticamente eliminados o forzados a convertirse. También es interesante constatar que cuando los mongoles invadieron y conquistaron vastas partes del califato islámico, en vez de destruir la religión, la adoptaron. Este es un caso único en la historia –los conquistadores adoptan la religión de los conquistados. Como eran los vencedores, no pudieron ser forzados a convertirse en musulmanes. El país musulmán más grande hoy en día es Indonesia, y nunca hubo batallas allí. ¿Cómo puede forzarse a alguien a aceptar una religión que recompensa espiritualmente y exige tanto como el Islam?

Idea falsa número siete: Los musulmanes odian a Jesús, la paz sea con él.

Muchos no musulmanes están sorprendidos al descubrir que según la creencia islámica, Jesús, la paz sea con él, el hijo de María, es uno de los mayores mensajeros de Dios. Los musulmanes aprender a amar a Jesús, la paz sea con él, y una persona no puede ser musulmana son creer en la inmaculada concepción y los milagros de Jesús, la paz sea con él. Los musulmanes lo creemos no por la Biblia o lo que diga cualquier otra religión, sino simplemente porque el Sagrado Corán dice estas cosas de él. Sin embargo, los musulmanes siempre remarcamos que los milagros de Jesús, y todos los demás profetas, la paz sea con todos ellos, se producieron por el permiso de Dios. Habiendo dicho esto, muchos cristianos no creen que Jesús, la paz sea con él, sea el “hijo de Dios”, “Dios encarnado” o la “Segunda persona” de la Trinidad. Dios dice claramente en el Sagrado Corán que Dios Todopoderoso no tiene un hijo, ni alegóricamente, físicamente, metafóricamente o metafísicamente.El Monoteismo Puro del Islam (Tawhid) rechaza la noción de “definir” a Dios (que es básicamente lo que hace la doctrina de la Trinidad), diciendo que nada es como Dios, o que no se puede rezar a nada que no sea Dios. También, el Islam enseña que los nombres “Señor” y “Salvador” son exclusivamente para Dios. Para evitar las falsas ideas, hay que aclarar que cuando los musulmanes criticamos a la Biblia o las enseñanzas del cristianismo, no estamos atacando el concepto de “Palabra de Dios” o a Jesús, la paz sea con él. Desde el punto de vista islámico, defendemos la Palabra de Dios y a Jesús, la paz sea con él. El objetivo de los musulmanes es cuestionar algunos escritos que se consideran Palabra de Dios, porque los musulmanes no aceptamos que realmente sean la Palabra de Dios en su conjunto. Creemos que en la Biblia hay fragmentos que son la Palabra de Dios y fragmentos que son obra de los escribas bíblicos, y que están mezclados. Además, doctrinas cristianas tales como la Trinidad y la Remisión de los pecados no son aceptadas por los musulmanes porque precisamente no tienen su origen en las palabras de Jesús, la paz sea con él. De esta manera, los musulmanes nos consideramos los verdaderos seguidores de Jesús, la paz sea con él, porque lo defendemos de las exageraciones que se han hecho entorno a su persona y enseñamos el Monoteismo Puro que predicó el mismo Jesús, la paz sea con él.

Idea falsa número ocho: El Islam es fatalista

La mayoría de musulmanes se extrañan que su religión, que posee un bello equilibrio entre fe y acción, pueda ser acusada de ser “fatalista”. Quizá esta falsa idea viene de que los musulmanes decimos “¡Alabado sea Dios!” cuando algo bueno o malo ocurre. Esto es porque los musulmanes sabemos que todo viene de Dios, que es el Sostenedor Omniscente del universo, y dado que el musulmán debe depender completamente de Dios, lo que ocurra es para su bien. Sin embargo, esto no significa que los musulmanes no tengamos una postura activa ante la vida, la verdad es lo opuesto. El Islam no sólo exige fe, sino acción: oración regular, ayuno y esfuerzo en el camino de Dios. Para ser más precisos, en el Islam las acciones forman parte de la fe. El Islam rechaza completamente las creencias extremas de algunas religiones que enseñan que no se debe acudir al médico cuando se está enfermo, sino rezar a Dios para que te cure. La perspectiva islámica es muy positiva, puesto que enseña que los seres humanos pueden tener una actitud positiva ante esta vida. Esto enseñó el Profeta Muhámmad, que Dios le bendiga y le dé paz, a sus seguidores, que obviamente fueron activos para expandir el Islam por el mundo en un período relativamente breve de tiempo. Incluso cuando el Islam enseña que Dios sabe lo que harán los seres humanos antes de que lo hagan, estos todavía tienen libre albedrío. Ciertamente Dios, que es Omniscente, sabe lo que le va a ocurrir a todo el mundo antes de que le ocurra. Negar esto es negar al mismo Dios. A pesar de esto, si los seres humanos no tuvieran libre albedrío, sería ridículo e injusto por parte de Dios ordenar que hagan ciertas cosas y que eviten otras. Lejos de ser fatalista, el Islam enseña que el principal propósito en la vida del hombre es ser consciente de Dios. Debido a esto, los musulmanes se preocupan menos de las cosas materiales y ven su vida en este mundo desde la justa perspectiva. Esto se debe al hecho que el Islam enseña claramente que si la gente adora y depende solamente de Dios Todopoderoso, no tiene nada de qué preocuparse, porque Dios quiere lo mejor para ellos. La verdadera libertad, en la perspectiva islámica, no significa seguir los deseos humanos de comida, bebida y sexo sin orden. Al contrario, la libertad significa ser capaz de controlar los bajos instintos de la persona y realizarlos de una manera adecuada y correcta a los ojos de Dios. Esto pone en sintonía los deseos de la persona con lo que Dios quiere de nosotros, y sólo entonces una persona es verdaderamente libre.

Idea falsa número nueve: La amenaza islámica.

El los últimos años (especialmente tras los atentados del 11-S de 2001) se ha prestado una gran atención en los medios de comunicación occidentales a la amenaza del “fundamentalismo islámico”. Desgraciadamente, debido a una mezcla distorsionada de informaciones tendenciosas en los medios de comunicación occidentales y a las acciones de algunos musulmanes ignorantes, la palabra “Islam” se ha convertido casi en sinónimo de terrorismo. Sin embargo, si se analiza la situación la pregunta que nos viene a la mente es: ¿las enseñanzas del Islam apoyan el terrorismo? Respuesta: ¡Definitivamente no! El Islam prohíbe totalmente los actos terroristas. Hay que recordar que todas las religiones tienen sectas y seguidores desviados, por lo que debemos acudir a sus enseñanzas, y no a las acciones de unas pocas personas. Por desgracia, en los medios de comunicación, cuando un musulmán comete un acto atroz es etiquerado inmediatamente como “terrorista islámico”. Sin embargo, cuando los serbios asesinaron o violaron a mujeres inocentes en Bosnia, nadie los llamó “terroristas cristianos”, ni fueron llamadas las actividades del IRA en Irlanda “terrorismo católico”. También, cuando los extremistas derechistas en Estados Unidos ponen bombas en clínicas abortistas, no se habla de “terroristas cristianos”. Reflexionando sobre estos hechos, uno puede concluir definitivamente que hay un doble rasero en los medios de comunicación para medir los actos de los musulmanes y los demás seres humanos. A pesar de que los sentimientos religiosos desempeñen un papel significativo en los previamente mencionados conflictos cristianos, los medios de comunicación no les ponen etiquetas religiosas porque presuponen que estos actos bárbaros nada tienen que ver con las enseñanzas del cristianismo. Sin embargo, cuando pasa cualquier cosa en la que está implicado un musulmán, se culpa al Islam de ello, y no a la persona desviada. Es verdad que la Ley islámica permite la defensa armada en unas circunstancias determinadas. [Todos los pueblos y religiones del mundo han tenido y tienen ejércitos y se han defendido de ataques exteriores. Es más, las personas que han defendido a su patria o a su religión son tienen un sitio de honor y respeto en todas las partes del mundo. En España se respeta a personas como Agustina de Aragón que combatió a los franceses en la Guerra de la Independencia, en América Latina a los próceres como José Ribas en Venezuela o a José Martí en Cuba. En Francia se honra a los héroes de la resistencia contra la ocupación alemana de la II Guerra Mundial y en Estados Unidos a los héroes de la Independencia, y así en todos los países del mundo] Pero el Islam condena los ataques contra la gente inocente. La palabra árabe “yihad”, que se traduce habitualmente como “guerra santa” significa simplemente “luchar”. La palabra árabe para “guerra” es “harb”, no “yihad”. “Luchar”, es decir, “hacer el yihad” para defender el Islam y los musulmanes está permitido [Todas las constituciones del mundo tienen el principio de recurrir a las armas si su país es atacado, es más, incluso la ONU lo considera un principio de derecho internacional]. Sin embargo, tales actividades hay que llevarlas a cabo según los principios del Islam y la guía del líder político del Estado y los sabios.

El Islam prohíbe claramente “tomarse la ley por su mano”, lo que significa que un musulmán no puede decidir cuando matar, castigar o tomar las armas. El juicio y el castigo dependen de la autoridad política legítima y de los jueces. También, cuando observamos los acontecimientos en los países islámicos, hay que tener en cuenta que hace muy poco que terminó un largo período de colonialismo. Durante esa época, los musulmanes fueron cultural, material y religiosamente explotados. Este perído ha sido sucedido por uno de serios equilibrios internacionales, en el que verdaderamente tres o cuatro Estados tienen un poder real de decisión en el mundo. [Y esto ha creado grandes desestructuraciones sociales y políticas, no solo en los países islámicos, sino en muchos de los llamados despectivamente “países del Tercer Mundo”, en los que ha surgido la violencia, como Haití, Colombia, Nepal, Sri Lanka, Congo, y un largo etcétera] También, el los medios de comunicación se hace creer a los occidentales que tiranos como Saddam Hussein o Muammar el Ghaddafi son “líderes islámicos”, cuando la verdad es que son justo lo contrario. Ninguno de estos líderes tiránicos profesa el Islam como ideología, sino que utilizan proclamas islámicas para manipular a sus poblaciones indefensas. Tienen tanto que ver con el Islam como Hitler con el cristianismo. En realidad, en muchos de los países de mayoría musulmana el Islam es perseguido. Pero basta con decir que el terrorismo y matar a inocentes contradice claramente las enseñanzas del Islam.

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